miércoles, 5 de mayo de 2010

A la fecha siguen los atentados

Los atentados contra el escritor siguen

Uno fue durante la fila en una caja de Aurrera frente al metro Juárez un mozalbete conocido de la única cajera que estaba atendiendo a esa hora, aproximadamente a las 4 de la tarde, me rocío la cabeza con organofosfatos, conocida arma del terrorismo químico. Responsabilizo a la cajera para que señale al mozalbete que hizo esto y a quienes forman parte de la conjura. Como señalé en la entrada anterior yo no tengo nada que esconder, en cambio ellos sí, y es mi paulatino asesinato con drogas y venenos del terrorismo químico que me son arrojadas a los oídos y a la cabeza. Sólo que ahora les urge mi muerte y se han vuelto cada vez más cínicos, usando a menores de edad "por si les caen", no tengan una pena muy grande de cárcel. Lo que es cierto es que los señalamientos que hago son ciertos y en México tener relaciones con una adolescente no merece pena de ningún tipo si la adolescente mayor de 13 años consiente, pero mis relaciones con esas mujeres terminaron hace mucho y no me interesa más, la última fue una relación romántica en la que no hubo intercurso alguno con una mujer de 16 años cuando yo tenía 35 años, la diferencia de edad me aburrió y no compartíamos casi ningún interés por lo que a estas alturas de mi vida no me interesan esas mujeres y dado el sabotaje a mis relaciones personales, tampoco he podido llevar a cabo una relación formal con ninguna mujer, aunque en realidad jamás he sido machista, como se me ha señalado en múltiples ocasiones por estas despreciables asesinas, "me matan por macho", según ellas. El hecho de haber bromeado con eso durante la huelga del CGH no me hace machista, pues recuerden que hasta había confrontaciones de chistes sexistas, de manera fraterna, entre hombres y mujeres, como parte de las distracciones que había antes de algunas asambleas durante la larga huelga de la UNAM. Por lo que mi "condena de muerte" además de ser un crimen, es una condena extralegal por asuntos menores que la ley podría sancionar como "faltas administrativas" que no merecen la condena general y que han sido errores donde he pagado ya la multa correspondiente y no merecen ni que se genere un historial delictivo. Así lo sanciona la ley y no se ha vuelto a repetir, por lo que utilizar estas "faltas administrativas" para justificar un sospechosismo mayor es a todas luces injusto y ahora criminal, que sólo favorece los intereses de mis enemigos personales y políticos. Ahora se han sumado a los atentados vecinos y niños como los nietos de un tal "Don Pedro" que vive enfrente de mi casa, asuzados por múltiples personas y engañados vilmente con el fin de justificar sus crímenes. Lo que es cierto es que los atentados continúan y es bien fácil mandar a matar a alguien por puras sospechas infundadas, donde no hay ni parte acusadora ni pruebas por lo que el crimen no ha existido, porque nunca lo fue. Y es más fácil todavía después de más de 10 años de tortura psicológica, terrorismo químico, buying y múltiples tonterías así, todavía acusarme de mentiroso. Por lo tanto y ya cansado de tantas porquerías en mi contra, pongo todo en manos de la Ley para sean juzgados como lo que realmente son: criminales que se escudan en el sospechosismo para justificar su odio por otros motivos. Quiénes son mentirosos son los que acusan de mil tonterías y como saben que son infundadas y sin pruebas no lo someten a la Ley, por lo que les conviene mantenerlo en secreto con el fin único de matarme. Yo si lo hago abiertamente, porque sé que no le debo nada a nadie. Y que desgracia que gente cercana a mí crea lo contrario y pretenda aniquilarme en una guerra sucia de lo más asqueroso y vil que jamás haya existido.

Mozalbete en el acto de arrojar químicos en Calzada de Guadalupe, Distrito Federal.











Regordeta mujer en el mismo camión haciendo señas obscenas.




Individuo en actitud agresiva y haciendo señas obscenas cerca del monumento a la Revolución.









Individuo en actitud burlista señalando la supuesta pérdida del oído por sus agresiones químicas, cuando no padezco de los oídos sino que me apareció un zumbido cuando bajé de peso súbitamente al hacer pesas antes de la huelga del CGH.



Mozalbete de la primera foto en un acercamiento.
















Si los reconoces ten cuidado porque practican el buying, el desprestigio social, la calumnia, la difamación con el fin de desacreditarte y provocar una campaña de asesinato, desde tus mismos parientes y amigos. Practican el terrorismo químico y son peligrosos capaces de matar por puro placer.

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